Antonio, un papá del cole, nos ha remitido información suplementaria sobre la excursión. Con mucho gusto y agradecimiento, lo publicamos.
DATOS PRACTICOS DE LA RUTA: "LA TEJEDA DE TOSANDE"
ACCESO y RECORRIDO
Distancia aproximada: 10 kilómetros (ida y vuelta)
Desnivel: 500 m.
Duración: 3 horas y media (ida y vuelta).
Desde el pueblo de Dehesa de Montejo sale una pista que cruza la C-626 a la altura del km 2. Desde la carretera se ve, en toda su amplitud, el valle de Tosande, un profundo tajo verde abierto entre las cumbres calizas del Macizo de la Peña. Después de pasar una zona de campos de cultivo, la pista nos introduce en un pequeño robledal tras sortear una valla metálica que cierra el paso. El camino entonces desciende, buscando el valle. Aparecen los primeros afloramientos de roca caliza entre los que crecen encinas y rebollos de porte arbustivo.
LA TEJEDA DE TOSANDE
Por el alto Pisuerga se cierra una estrecha garganta en la que el camino, de firme rocoso, transcurre escoltado por la vegetación de encinas, robles y brezos. Al final de la garganta el valle se ensancha. Un circo de cumbres calizas rodea los pastizales que ocupan el fondo: En la ladera de Peña Oracada, a nuestra izquierda, se abre un vallejo en el que se asienta un espeso hayedo. La tejeda se encuentra en el borde superior de este bosque. En el límite del hayedo con la pradera encontraremos un sendero, muy marcado por los numerosos visitantes, que nos conducirá sin dificultad hasta los tejos.
Debemos ser conscientes de que no se pueden arrancar plantas o parte de las mismas o recoger semillas o retoños de los tejos. El tejo es un árbol de por sí escaso de forma natural. En la Montaña Palentina se encuentra disperso y es rara la ocasión en que se encuentran varios ejemplares juntos. Si ya es raro encontrar tejedas, más raro es todavía encontrar ejemplares con la talla y el porte de los tejos de Tosande, alguno de los cuales alcanzan diámetros de 1,5 m. Por todo ello esta tejeda está considerada como una reliquia de la era terciaria, una verdadera joya botánica merecedora de los esfuerzos y atenciones necesarios para su conservación.
La regeneración de la especie en Tosande se ve dificultada por la abundancia de grandes herbívoros salvajes, que se comen los brotes tiernos y las ramillas de las plantas jóvenes. Por ello, aunque algunos años nacen nuevas plantas en abundancia, muy pocas de ellas llegan a convertirse en árboles maduros. Los pastizales del valle de Tosande están divididos entre cuatro pueblos: Dehesa de Montejo, Ruesga, Ventanilla y San Martín de los Herreros. Antiguamente se reunían aquí los rebaños de todos estos pueblos a los que se añadían en verano las merinas procedentes de Extremadura.
VEGETACIÓN
En el primer tramo de esta excursión encontramos vegetación de tipo mediterráneo. Los encinares cobren las laderas orientadas al sur y las partes más bajas las ocupan robledales de rebollo. Entre los árboles, en las zonas degradadas, aparecen brezales en los que destaca la presencia de la Daboecia cantabrica, no muy abundante en la Montaña Palentina. La tejeda de Tosande se encuentra integrada y escondida en la parte alta de un hayedo en el que aparecen también pies aislados de roble albar, acebos, mostajos y avellanos. También viven otras especies como helechos, Daphne laureola, heleboros, euforbias, etc. En las zonas bajas del valle, los pastizales están salpicados de espinos albares de buen porte parasitados por el muérdago.
FAUNA
La variedad de ecosistemas que alberga este valle escondido propicia una fauna asimismo variada y abundante. Los frutos de hayas y robles proporcionan alimento a especies como el jabalí y el lirón careto.Como tantas otras zonas de la Montaña, Tosande es zona de paso para el oso. Abundan el ciervo y el corzo, que ramonean los brotes tiernos de los tejos, poniendo en peligro la regeneración de la especie. Entre las aves, podemos destacar los picos mediano y menor, mirlos, zorzales, callaba gris y curruca zarcera. También rapaces como el buitre, el azor, el águila culebrera y el cárabo.
El Tejo (Taxus baccata L.)
Será en el año 1920 cuando el botánico Sahui separa a principios de siglo el género Taxus de las coníferas. Esta familia data del periodo Triásico, hace 1600 millones de años, si bien nuestro tejo aparece en el Cuaternario. Está compuesta por árboles y arbustos no resiníferos con hojas en forma de espada o punta roma y está integrada por unas setenta familias aproximadamente repartidas por los países templados del Hemisferio Boreal. En Europa la única especie natural es el Taxus baccata. De porte piramidal y de crecimiento lento (2,5 cm. aumenta el tronco al año) es una árbol fuerte, entre 15 y 20 metros de altura, de corteza color pardo grisáceo, que se desprende en tiras. Las hojas, perennes, se disponen en dos filas horizontales y opuestas, de color verde oscuro en la parte superior y verde amarillento con dos líneas blanca en la inferior.
El tejo es dioico, es decir, cada sexo en pies distintos; el pseudofruto, denominado arilo, es la única parte no tóxica de la planta; de color verde al principio para llegar a la madurez de un color rojizo.
Su madera tiene una textura fina y uniforme, de mucha densidad y de secado rápido sin agrietarse, muy apreciada en ebanistería.
Su hábitat son los bosques húmedos y sombríos, ocupando suelos variados y se encuentra de forma aislada o en compañía de hayas y acebos, pero muy raramente formando bosques puros. Abundante antiguamente, ha sido
relegado a lugares muy recónditos y de difícil acceso. En la Montaña Palentina tenemos tejo en lugares como Peña Lampa (Velilla del Río Carrión) y San Martín de los Herreros, entre otros.
Su madera tiene una textura fina y uniforme, de mucha densidad y de secado rápido sin agrietarse, muy apreciada en ebanistería.
Su hábitat son los bosques húmedos y sombríos, ocupando suelos variados y se encuentra de forma aislada o en compañía de hayas y acebos, pero muy raramente formando bosques puros. Abundante antiguamente, ha sido
relegado a lugares muy recónditos y de difícil acceso. En la Montaña Palentina tenemos tejo en lugares como Peña Lampa (Velilla del Río Carrión) y San Martín de los Herreros, entre otros.
DATOS PRÁCTICOS
Protección existente: La tejeda de Tosande está incluida como unidad de especial interés en el futuro Parque Natural de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre. El valle de Tosande pertenece a la Reserva Regional de Caza de Fuentes Carrionas.
Mapas. Servicio Geográfico del Ejército. Hojas 106, 132 y 133. Escala 1:50.000
Otros atractivos. Merece la pena visitar la iglesia de Cantoral con su pila bautismal románica. En Dehesa de Montejo tenemos la iglesia de San Pelayo del s. XVII, transformada en su mayor parte, pero conservando aún algún elemento románico en la puerta de entrada. En su interior tiene varios retablos barrocos. En Cervera de Pisuerga podemos pasear por la plaza porticada situada en el centro del pueblo con algunas casonas blasonadas y visitar la iglesia gótica de Santa María del Castillo (Monumento nacional) por un hermoso retablo en la capilla de Santa Ana donde destaca la tabla central que representa la Adoración de los Reyes, de honda raigambre flamenca. También podemos visitar un espléndido museo etnográfico de Piedad Isla.
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